martes, 24 de mayo de 2011

Módulo IV Ética y Educación


Ética y educación
Hay una relación dialéctica entre educación y ética. En dicha dialéctica, hay una ética de la educación y una educación de la ética. Tomaré únicamente la segunda vertiente: la educación de la ética y dentro de la educación, me referiré a algunas someras nociones de la psicología del aprendizaje. Esto lo diré desde la óptica de un psicoanalista.
Por otra parte hay un franco parentesco entre el educar, el enseñar y el aprender. El enseñar y el aprender son dos funciones de una misma situación, como las dos caras de una moneda: ambas constituyen una totalidad, de tal modo que nunca se da una de ellas sin la participación de la otra. El maestro que enseña a sus discípulos, a su vez también está aprendiendo de ellos. Cuando esta tarea de educar se realiza dentro del ámbito que está exclusivamente destinado a ello (como la universidad, la escuela o el taller) a esta función se la llama "docencia". Pero el enseñar y el aprender se dan en cualquier ámbito y en todo momento. Aquí tenemos un punto importante en cuanto a la ética: se aprende y se enseña dentro y fuera de los ámbitos académicos, en la vida misma y en todos los escenarios del cotidiano vivir.
De estos contenidos tan importantes en la formación de un docente, como lo es el tema de la ética, se deben tratar sin quitar ni colocar nada, simplemente se debe hacer una selección de lo que se adapte a nuestra realidad.
¿Qué impacto generó en mi desarrollo personal la vivencia experimentada en el taller y/o actividad? y De qué manera autoaplicaría los conocimientos obtenidos y vivencias experimentadas en el taller.
Integrar la ética a nuestras vidas, no debería ser motivo de asombro o presunción, ya que debe ser algo con lo que debemos convivir diariamente, pero al parecer es un tema muy serio y algo complicado en nuestra realidad actual, ya que en ocasiones la ética solo se utiliza como un simple maquillaje en nuestras acciones cotidianas. Debemos de estar plenamente concientes y convencidos de que la ética se rige bajo principios universales básicos, como por ejemplo la justicia, (todos apreciamos la justicia desde el momento en que a nadie le gusta ser tratado injustamente). Por lo tanto depende de nosotros mismos, el establecer un entorno ético, con nuestra familia, amigos, y principalmente con nuestros colaboradores, para tal misión, debemos de emprender una serie de acciones y actitudes, cuyo objetivo sea el despertar las reflexiones que fomenten la cultura ética en todos y cada uno de nosotros, como por ejemplo elaborando y formando un código de valores sobre el cual vamos a proyectar nuestra vida, bajo la premisa de que no se debe de imponer dicho código, si no que éste debe de surgir bajo la visión, de que al darle vida, no solo crearemos un entorno de trabajo agradable sino podemos hacer que nuestras acciones traspasen nuestras fronteras laborales para hacerlo llegar a todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana. Pero definitivamente, el decidir llevar un estilo de vida con actitudes apegadas a la ética, resulta más que difícil, pues tal parece que en nuestros días, estas acciones no son muy remuneradas económicamente, al contrario, nos hacen vernos fuera de ritmo, dentro del mismo ritmo de vida que marca la sociedad actual. Por tanto, debemos de hacer conciencia, de que requerimos con urgencia personas apegadas a la ética, esto es lo que necesitamos en nuestros días para poder salir adelante en todos los aspectos de nuestra vida, pues pienso que de esta manera podríamos mejorar nuestro nivel de vida y por ende el país, del que formamos parte.
La ética fue un tema abordado en todos los encuentros, la manera de aplicar los conocimientos debería ser empezar desde nosotros mismos; si hablamos de enseñarla, la ética se enseña con el ejemplo y se aprende con el modelo. Ejemplo y modelo son dos versiones de una misma realidad: se diferencian según el punto de vista si es del que enseña o si es del que aprende.

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